- MasLibres.org ha puesto en marcha la campaña ‘Objetivo: destruir la cruz’ para pedir al presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella y al Nuncio apostólico de la Santa Sede en España, Monseñor Bernardito Cleopas, que actúen en defensa de los monjes, la Basílica y la Cruz del Valle de los Caídos.
- Antonio Velázquez, portavoz de MasLibres.org: “El deseo de venganza es lo único que mueve a Sánchez. Y nuestra movilización, la de todos los cristianos y ciudadanos de bien de España, es lo único que puede pararle”.
MADRID, 17 DE SEPTIEMBRE DE 2020.- En menos de 24 horas, más de 23.000 ciudadanos se han movilizado contra Pedro Sánchez para reaccionar ante el anuncio realizado esta misma semana por la vicepresidenta del Gobierno sobre la futura ‘Ley de la Memoria Democrática’. El proyecto legislativo implicaría expulsar a los monjes benedictinos del Valle de los Caídos, clausurar la Basílica y derribar la gran Cruz.
La acción ciudadana se ha expresado a través de la campaña de MasLibres.org, ‘Objetivo: destruir la cruz’, con la que la plataforma por la libertad religiosa se está dirigiendo al presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Juan José Omella y al Nuncio apostólico de la Santa Sede en España, monseñor Bernardito Cleopas, para que actúen en defensa de los monjes, la Basílica y la Cruz del Valle de los Caídos.
El portavoz de MasLibres.org, Antonio Velázquez, ha señalado que “la destrucción de los símbolos cristianos que se avecina puede ser devastadora”. “Si no lo impedimos, la violación de la Basílica, la expulsión de los monjes y el derribo de la Cruz va a ser una demostración definitiva del totalitarismo socialcomunista frente a la impotencia de los cristianos indefensos. No les importa que la Abadía de la Santa Cruz sea un territorio pontificio inviolable y protegido por los acuerdos internacionales en vigor, reconocidos tanto por el Gobierno de España como por la Santa Sede”, ha añadido.
Velázquez lo tiene claro: “El deseo de venganza es lo único que mueve a Sánchez. Y nuestra movilización, la de todos los cristianos y ciudadanos de bien de España, es lo único que puede pararle”.
Y ha concluido: “Si consiguen su objetivo, los cristianos estaremos al servicio de la ideología más mortífera de la historia de la Humanidad. Los monjes, la Basílica y la Cruz, son el muro que nos protege ante el totalitarismo que se avecina. Y la Iglesia debe implicarse, manifestarse, oponerse a semejante injusticia. Si no lo hace, será un error histórico y una omisión grave de consecuencias impredecibles”.